viernes, 7 de marzo de 2014

¿Cómo es ser madre joven?

Hoy vengo a hablaros de la maternidad, pero de una forma real, tratando tanto la parte buena como la mala. Ser madre a la edad que sea es una experiencia preciosa pero no es todo así. Existen pros y contras.

¿Qué tiene de malo?
Normalmente no tenemos la misma estabilidad económica que una mujer más mayor. Eso en mi caso me ha dado muchos quebraderos de cabeza porque me encantaría poder tener mi propio dinero que gastar en mi hija...Por suerte mi novio trabaja y siempre le compra las cosas a Judith. La carga económica no cae en nuestros padres, eso sería muy injusto para ellos. Es una responsabilidad nuestra.

Nos exponemos a muchas más críticas que el resto de las madres. Todo lo que hacemos nos lo examinan con lupa, nos lo ponen en entredicho y aprovechan la mínima ocasión para criticarnos, insultarnos e infravalorarnos como madres. ¿Cometemos fallos? Por supuesto que si, pero como cualquier madre primeriza. Una madre se hace, no se nace...Necesitamos fallar para aprender cómo hacer las cosas,  y me parece muy injusto que por el simple hecho de ser más jóvenes que el resto debamos ser peores madres que las demás.

En los momentos de bajón, en los que estás más decaída y sobretodo al principio de ser madre, las críticas pueden jugarte malas pasadas. Te hacen sentir insegura, piensas que al final todos tienen razón y todo lo haces mal, que no eres buena madre y no sabes qué hacer. Es un error. NUNCA podemos dejarnos influenciar por lo que los demás opinen de nosotras. Todas las madres tenemos inseguridades, sea a la edad que sea, lo importante es saber vencerlas y darte cuenta que si tu hijo/a es feliz es gracias a ti. Lo estás haciendo bien.

Pocas veces podemos independizarnos, y nos toca vivir con los padres/suegros. Si tienes buena relación con ellos es todo más llevadero pero aún así al principio es muy complicado. En mi caso mi madre intentaba decirme qué hacer con mi hija. Ella lo hacía con buena intención, se pensaba que así me ayudaba pero conseguía todo lo contrario...Me estresaba más y acabábamos discutiendo a diario. Ha habido momentos en los que sentía que ella quería ejercer de madre con mi hija por el simple hecho de verme a mi inexperta, joven. Jamás se lo permití, mi hija es mía. Se cría según mis criterios, a mi manera y punto. Siempre acepto consejos pero solo eso, yo luego decidiré si lo aplico o no.
Hoy día alguna vez discutimos porque quiere meterse demasiado en la forma de criarla, pero vuelve a entender que ella hizo las cosas conmigo a su manera y yo las haré a la mía con Judith. Tengo derecho a equivocarme para aprender, tal y como le pasó a ella.

En ocasiones, por desgracia pasa en la mayoría de los casos, cuando una chica se queda embarazada joven el novio/amigo/etc. se desentiende, no quiere ejercer de padre y simplemente se convierte en donante de semen, no tiene otro nombre. Para esta chica todo se complica más.
Yo no sé a ciencia cierta lo que es vivir eso en primera persona, mi novio siempre ha estado a nuestro lado, pero conozco de cerca a varias chicas que han tenido que sacar adelante a sus hijos y desde aquí os digo que son dignas de admiración. Sus hijos estarán muy orgullosos de ellas, por lo valientes y fuertes que han sido.

En mi caso una de las cosas que peor llevo es tener los estudios sin terminar. Estudiar siendo madre es muy complicado, todo cuesta cuatro veces más. En muchas ocasiones Judith se ha puesto mala en épocas de exámenes, se despertaba por la noche mucho, por el día la tenía pegada a mí, y me he tenido que poner a estudiar hasta las 3-4 de la mañana para conseguir aprobar. Ni que decir tiene cuando son bebés, entonces todo se complica muchísimo más. Por suerte la peque cada vez lo es menos y nos vamos amoldando la una a la otra. Le encanta ponerse a estudiar conmigo, coge su pizarrita y se pone a pintar...le preguntó qué pinta y dice "Estoy haciendo un examen como tú mami". Me encanta.
Ella me está viendo estudiar desde que nació, sabe que voy "al cole grande" y le encanta ayudarme a subrayar apuntes o que le lea lo que estoy estudiando. Espero que se dé cuenta el día de mañana de mi esfuerzo por ella, todo merece la pena si su felicidad es mi meta.

A esas y más dificultades nos enfrentamos en nuestro día a día. No es fácil pero merece la pena.

¿Qué tiene de bueno?
Al tener a nuestros hijos más jóvenes tenemos más ganas de hacer ciertas cosas con ellos. Siempre que voy al parque con Judith me acabo subiendo con ella en todos los sitios, corremos, nos reímos, nos tiramos al suelo... Hacemos ciertas cosas que madres de más edad no hacen por el miedo al qué dirán, por no apetecerles, por tener otra forma de pensar o simplemente por vergüenza. Un bebé o un niño pequeño necesita mucha energía, vitalidad...Y de eso a nuestra edad nos sobra.

Por pura matemática nos llevamos poca diferencia de edad con nuestros hijos. Cuando mi hija tenga 18 años yo tendré 36, no es lo mismo que tener 45 o 50. Espero que eso le sirva para tener más confianza en mí, verme como madre y amiga, no para ver en mi a una "carca" que no la entiende. Eso me ayudará a tener más comprensión con ella, entenderla, saber aconsejarla de una manera diferente porque no hará mucho tiempo que yo tuve su edad y pasé por los mismos problemas de adolescente.

Seremos abuelas jóvenes, y no necesariamente porque nuestros hijos sean padres tan pronto como nosotras. Aunque mi hija sea madre con 30 años, yo solo tendré 48. Podré disfrutar de mis nietos a una edad en la que muchas mujeres aún tienen niños pequeños.

Ser madre te ayuda a madurar, a ver la vida desde otra perspectiva y a sentar la cabeza. Te das cuenta que tu vida no gira en torno a ti misma sino en esa personita que se parece a ti, que te llama "mami", que te busca para que la protejas cuando tiene miedo o se siente insegura, que te da esos besos que son los mejores de tu vida...Sabes que por tu hijo/a lo darías todo, sin dudarlo.

¿Existe alguna motivación mayor para luchar por lo que quieres? Yo creo que no. Gracias a mi hija no me rindo y sigo estudiando aunque me cueste, me agobie o quiera mandarlo todo lejos. Si pienso en tirar la toalla aparece ella y sé que debo luchar por mis metas, por darle un buen futuro a mi hija. El mejor de todos porque ella se merece eso y más.

Para mi lo más importante de todo es que pasaremos más tiempo juntas. Tenemos toda una vida por delante para estar la una con la otra. Todo es difícil, pero no sé como he podido vivir tantos años sin tener a mi hija a mi lado. Sin verla reírse, llorar, hacer payasadas, sin sus besos...

Nos queda toda una vida por delante pequeña, no hay nada mejor que eso.





 

1 comentario:

  1. Hola Lorena, se que este post es un poco antiguo pero yo acabo de encontrar este blog en el que me siento tan identificada. Soy mamá de un peque de un añito y yo tengo 20, como bien cuentas en este blog ser madre no es tan fácil y mucho menos siendo joven pero merece tanto la pena... seguire leyendo tus post y estoy segura que me sentiré cada vez mas identificada contigo. Un besito

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